Universidad Católica rediseña su logotipo

En recientes avisos publicados en medios escritos se nota el uso de un nuevo logotipo por parte de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Parece que con motivo del cumplimiento de su nonagésimo aniversario en el 2007 esta prestigiosa institución decidió que era hora de renovar su logotipo.

Básicamente se trata de cambios de forma y representación gráfica. Voy a comentar los aspectos más resaltantes del cambio:

Cambio de tipografía y ubicación del nombre: El nombre de la Universidad anteriormente estaba escrito de corrido, en alta y bajas y en una tipografía palo seco pero con remates acampanados (muy probablemente se trate de Optima). En el nuevo logotipo se utiliza también una fuente Palo Seco (podría ser Gill Sans) pero en caja alta. Las palabras son separadas en líneas y se destaca en negritas “universidad católica”, que es como se conoce coloquialmente a esta institución. También tiene una versión en una sola línea, debajo del isotipo y siempre diferenciando las palabras con negritas.

En cuanto al isotipo:

Reducción de colores: De los cuatro anteriores que usaba, se ha reducido a dos: azul marino y granate, que son los que ha venido usando en su gráfica corporativa.

Simplificación y estilización de las formas: principalmente el mar y el barco. Por su parte, la estrella ha cobrado mayor importancia tal vez por el lema que origina la imagen: Et lux in tenebris lucet ("y la luz brilla en las tinieblas"). Se ha logrado una sensación de tridimensionalidad que el anterior símbolo no tenía (principalmente con la valorización de las ondas del mar y la reducción del tamaño del barco). Sin embargo, se ha construido una composición un tanto desequilibrada, los pesos visuales no están muy bien distribuidos y el fondo azul termina “absorbiendo” los elementos en negativo.

Cambio de tipografía y fondo de color de los textos: El lema en latín así como el año de fundación han sido incluidos dentro de un anillo de color. El isotipo anterior los dividía en positivo el lema y en negativo el año. Además se ha cambiado y reducido la tipografía. Si bien se ha ganado en unidad visual de la información textual, se ha perdido legibilidad.

Finalmente, el nuevo logotipo me parece acertado. Sin embargo, si bien ha cumplido con el objetivo de “modernizar” la imagen creo que ha perdido su característica heráldica que –aparte del impacto visual– connotaba aspectos positivos de valor para la marca: tradición, institucionalidad, etc. Hay que tener cuidado a la hora de rediseñar logotipos heráldicos para que no pierdan esa característica. La evolución del logotipo de Peugeot (que inicio con un León bastante figurativo) es un buen ejemplo de ello. Localmente me parece que el rediseño del escudo de la Universidad de Lima también estuvo bien manejado.

Es importante mencionar que los parámetros para orientar un proyecto –y por ende para evaluar su resultado– lo constituyen los objetivos de comunicación planteados por la institución, por lo que es posible que los aspectos negativos que señalo (pérdida de característica heráldica y legibilidad del lema) hayan sido resultado de darle prioridad a otros aspectos visuales del símbolo. Esto es algo que puede ocurrir a la hora de realizar marcas gráficas, en el desarrollo hay que elegir a qué se le da prioridad. Aun así creo que la composición pudo haber tenido un mejor acabado.