Tributo gráfico al Padre Lanssiers

“¿Cuántos metros cúbicos tendrá la celda de un inocente? ¿Una docena? Es asombroso como un espacio tan reducido puede contener tanta pena”.

R. P. Hubert Lanssiers

Hubert Lanssiers falleció el pasado jueves 23 de marzo. Conocí su ideario y su accionar en una entrevista que leí hace algunos años en la revista Domingo del diario La República. De pensamiento lúcido y coherente y con gran sensibilidad social, se convirtió en uno de los pocos sacerdotes a los cuales guardo admiración (pues en general, las instituciones –religiosas o no– no me causan simpatía).

De origen Belga y ordenado sacerdote de los Sagrados Corazones de La Recoleta viajó a varios países convulsionados del sudeste asiático para llevar su mensaje y obra. Ancló en el Perú en 1974 y se desempeño como capellán de prisiones. En la época más álgida de la guerra interna en el país mantuvo una intensa actividad para liberar detenidos inocentes acusados de terrorismo. Sus constantes denuncias hicieron que en 1996 el gobierno forme la Comisión Ad Hoc de Indultos para los presos inocentes.

Cuando me enteré de su desaparición no sólo quise dedicarle unas líneas. Intente resumir gráficamente su obra. Inspirado en la frase que inicia esta nota desarrolle un cartel en su homenaje. Este es mi tributo gráfico. Adiós Padre Lanssiers.